Con el paso de la pandemia se ha hecho más evidente cuál es el propósito de nuestro espacio de trabajo para atraer a los colaboradores a las oficinas.
De acuerdo con investigaciones de Herman Miller y Knoll, el 93% de los colaboradores quieren flexibilidad de horario y el 81% flexibilidad de ubicación. Estos datos contrastan con que, aunque los colaboradores quieren flexibilidad también quieren pasar tiempo en la oficina, para colaborar, crear compañerismo, ver a sus compañeros cara a cara y un espacio tranquilo para trabajar. Esto solo lo brinda la oficina.
El dónde y cómo trabajamos ha experimentado un gran cambio que puede estar provocando una sensación de agobio. Pero, históricamente, las grandes crisis han dado lugar a grandes innovaciones y oportunidades.
La oficina se ha transformado en espacios más interactivos, donde los colaboradores pueden llegar uno o dos días a la semana a buscar lo que la flexibilidad no le brinda.
Esto ha llevado a los diseñadores y arquitectos a repensar los espacios y buscar que estos creen sentido de pertenencia, inclusividad y cultura, optimizando los metros cuadrados del real estate.
A los gerentes de recursos humanos, también, los ha llevado a replantear el sentido de comunidad, la atracción y retención de talento, el trabajo distribuido y el desarrollo de ese talento.
En una época en la que el cambio es la única constante, las organizaciones deben prepararse y diseñar para el cambio. En esto le podemos apoyar con nuestro equipo de profesionales en arquitectura y diseño en Office Designs.
En el lugar de trabajo actual, la flexibilidad se ha convertido en una expectativa. Flexibilidad no solo en dónde se realiza el trabajo, sino también en el cómo. Tener autonomía para maniobrar los espacios para satisfacer las necesidades de las personas y grupos que los utilizan.