Cada vez más dentro de la oficina hay que considerar estrategias de bienestar para sus colaboradores. Puede convertirse en un elemento diferenciador que les permita a sus empleados valorar aún más la oficina.
La OMS define un entorno de trabajo saludable como aquel en el que los trabajadores y directivos colaboran en utilizar un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del espacio de trabajo.
Es importante considerar algunos puntos como los que se detallan a continuación:
- El espacio de trabajo es agradable, higiénico y seguro.
- Cuenta con buena iluminación y buen flujo de aire, que no sea demasiado caliente ni demasiado frío.
- Es clave que los colaboradores cuenten en sus estaciones asignadas con un soporte de monitor, una silla ergonómica y si es posible un escritorio ajustable en altura. Esto mantendrá la salud de los empleados mientras están en la oficina.
- Las empresas también deben considerar los espacios de trabajo en casa, para que desde el punto de vista de ergonomía les ayude a estar saludables. Un escritorio y una silla ergonómica como mínimo.
- En el caso de los puestos no asignados, por lo general son un poco más sencillos ya que son utilizados por periodos cortos de tiempo. Igual se debe considerar la ergonomía dentro de ellos. En algunos casos, se ha pensado en puestos más pequeños pero que cuenten con los requerimientos de ergonomía.
- Las oficinas deben fomentar el movimiento de los empleados. Disponer de la opción de levantarse, caminar, estirarse, etc.
- Las áreas de colaboración son aptas para realizar una leve pausa, socializar con otros compañeros y crear nuevas empatías.
Todo esto debe ser parte de un plan de bienestar generado desde el Departamento de Recursos Humanos que genere un buen ambiente laboral y debe ser medido para validar los efectos que tiene en el personal.